Soy más persona a esta hora. Por eso llego temprano a la oficina, antes que el resto, y después de revisar el calendario del día tomo notas para aclarar lo que me importa. A eso de las nueve empiezan a llegar mis compañeras. Por lo general tengo tiempo para prepararme un agua de yerbas y diagramar cómo me siento y qué me preocupa. A las diez arrancan las reuniones y las saco de a una al tiempo, sin mente. Tomo notas en el cuaderno y hago preguntas. Intento atender, explicar y entender. Me gusta hablar con otras personas pero también me desgasta. Necesito tiempo para mí para poder estar para las demás. Por eso me escondo en las esquinas.