Aunque no se elija el pasado a la larga parece ajustado a ciertas preferencias propias, lo que me imagino es solo prueba de la incansable labor de la mente por acomodar lo que acumula (¿más mente?) de alguna forma que evoque estructura tal vez para facilitar su extracción recurrente por necesidades de supervivencia o arranques de nostalgia o melancolía. Conviene en últimas sentir que lo vivido tiene un valor y un sentido, que se configura en destino. Tengo muy pocos recuerdos que resistan explicación. Todos, sospechosamente, encajan.