Sigo con dificultades para leer. Me lo tomo suave y procuro sostener al menos el hábito de intentar. Cada noche leo una decena de páginas antes de dormir. También creo que me canso más. El trabajo ha sido intenso este último mes. Me entretiene, pero es exigente. Supongo que es una buena distracción. Hace poco fui re-asignado a un nuevo proyecto. Esos primeros meses de aprendizaje de un tema son mis favoritos. Me gustaría que mi trabajo siempre consistiera en montar fundaciones y marcos de trabajo para abordar lo inexplorado. Mi sensación favorita, a veces me parece, es el asombro asociado a la absoluta incomprensión. Al primer signo de claridad empiezo a perder interés.