Estoy cansado de este año. Me imagino que es un sentimiento normal. Para el cierre de noviembre cualquier año, por ligero, pesa. Y este, de alguna forma que no sabría (o prefiero no) precisar, se destaca por su turbulencia.
Tengo ilusión de vacaciones y ganas de olvidarme de todo.
(Hoy hicimos esto con L. Le gusta mucho la música. Es algo que hay que aprovechar.)