2020-12-31
- Hablaba ayer con una amiga sobre nuestros trabajos y cómo a veces una hace de más por el gusto de hacerlo, porque se siente bien tomar responsabilidades adicionales o algo así. Hay placer en sentirse capaz y presta ante nuevas exigencias (supongo que también hay en el fondo una expectativa de que eso sea a la larga valorado y recompensado). Creo, sin embargo, que esta es una tentación que hay que resistir y es más valioso canalizar esa energía en otras direcciones, como la familia, las amistades, el entretenimiento o el descanso. Espero trabajar menos en 2021.
- Por otro lado, en los juegos con la caja de música he encontrado una libertad agradable de saberme inepto y descriteriado y tal vez por eso poder avanzar con arrojo, sin demasiada exigencia, con el propósito simple de explorar y aprender. Cuando era joven así asumía la escritura y creo que la disfrutaba más aunque no era muy bueno. Nunca mejoré lo suficiente pero con el tiempo me volví imposible de complacer y esto a su vez devino en una escritura más parca, temerosa. Mi tolerancia con mis incapacidades era cada vez menor. Ahora que lo pienso algo muy parecido me pasó con el trabajo en matemática. Ese proceso de avance hacia el inevitable reconocimiento de una incompetencia esencial, paralizante, es una constante de mi vida. Y lo que me gusta más es el momento al principio cuando no sé nada porque es pura posibilidad. Persigo esa ignorancia todo el tiempo.
2020-12-21
Queda poco tiempo para reiniciar el ciclo solar. Los momentos se acumulan solo por preferencia, por apego al presente, tal vez también por miedo a perder su apariencia de intensidad.
Salgo por las mañanas para llevar a la hija al colegio. Vuelvo eso sí pronto a la casa y me acomodo en cualquier parte a trabajar. El trabajo consiste en leer conversaciones e intervenir solo en caso de extrema necesidad. Cuando me aburro hago dibujos. También debo asistir a un par de reuniones diarias e intentar determinar, entre el ruido, qué merece mi atención. Cada problema es fulgurante y atractivo por un instante. Es fácil distraerse. Creo que por eso lo disfruto. No es solo que me paguen. Lo importante es no tomárselo tan a pecho.
Los días pasan en silencio. Quisiera salir más y aunque nada me lo impide no lo hago por descuido. Ayer salimos juntas a caminar por varias horas después de desayunar y todo se sentía inmenso.
El próximo año cumpliré ya cuarenta y cuatro años y no sé si deba preocuparme. Procuro no pensar mucho en ello pero igual pienso, más que todo en el contexto de la crianza, de la niña que crece y cómo me ve y cómo me veo a través de ella. Este año ha empezado a burlarse de mí, y lo agradezco. También me enseñó a tocar piano. O me impulsó a hacerlo, que es parecido. Estar con ella siempre es aprender, pero también guiarla hacia nuestra ausencia.
Por dos semanas vamos a descansar.
2020-11-28
Estoy cansado de este año. Me imagino que es un sentimiento normal. Para el cierre de noviembre cualquier año, por ligero, pesa. Y este, de alguna forma que no sabría (o prefiero no) precisar, se destaca por su turbulencia.
Tengo ilusión de vacaciones y ganas de olvidarme de todo.
(Hoy hicimos esto con L. Le gusta mucho la música. Es algo que hay que aprovechar.)
2020-11-10
A veces siento que debería escribir más sobre asuntos técnicos acá. Al fin y al cabo es lo que hago y lo que me da vueltas en la cabeza cada día. En realidad el espacio está dividido, al menos en lo que corresponde al trabajo, entre problemas técnicos, la mayoría relacionados por estos días a la medición de la velocidad de generación y carga de páginas web y los factores que afectan/determinan esta velocidad (cada vez pienso más en los componentes subyascentes de una página web que sirve de tienda y en cómo se podrían administrar y controlar para que se pueda garantizar libertad creativa sin sacrificar cierto nivel de limpieza que garantice calidad y velocidad entre otras cosas), y los problemas organizacionales naturales de estar empresas de tecnología suficientemente grandes. Los primeros son agradables y más que nada entretenidos. Los segundos son difíciles y retadores, aunque a veces me afecten más de lo que preferiría. Con el cambio de equipo los primeros son más comunes que los segundos, pero los segundos nunca se van del todo. Algo en lo que he pensado mucho es en cómo articular una crítica hacia la forma como alguien actúa de tal forma que sea atendida y no sea tomada como una agresión. Este año he tomado la costumbre de forzarme a tener conversaciones de ese estilo regularmente. Tanto para ofrecer esos comentarios como para recibirlos. Todavía soy bastante malo, pero incluso siendo malo creo que siempre se gana algo con eso. Me parece también bueno porque aclara y mantiene en perspectiva las relaciones que se construyen en el trabajo, que pueden ser muy buenas y edificantes sin que se requiera que sean una amistad. Esa diferencia a veces es importante.
2020-11-04
Todo el mundo anda muy pendiente de unas elecciones. Terminaron ayer pero hoy siguen contando. Hasta donde puedo ver son buenas noticias, aunque tal vez no lo sean. Con estas cosas nunca se sabe.
El trabajo me distrae. No es malo eso. Hay mucho por hacer y mucho por aprender. Me gusta leer documentos técnicos y entender qué está pasando. Dejar preguntas. Despejar caminos. En eso se me va el día. Cuando menos me doy cuenta ya han pasado cinco o seis horas y la hija está de vuelta en la casa tras su día de colegio. Todavía deja que la abrace cuando nos despedimos a la entrada. Espero que todavía pueda hacerlo un par de años más antes de que se vuelva repudiable. Me aterra volverme el objeto de su repudio aunque acepto que alguna vez será así. Parte del proceso.
2020-11-01
Cambió la hora. Esta vez para bien. Aunque se disfruta poco, la verdad. Lo que en realidad pasa es que me levanto más temprano todavía. Lo que no está mal pero pierde esa ventaja.
Estoy aprendiendo a usar una máquina de ritmos que compré. Me distrae y me ayuda a desconectarme del trabajo. Me gusta jugar a hacer ruido. Creo que eso siempre me ha gustado.
Con el cambio de hora venía hasta hace poco esa época para mí molesta cuando salía de la oficina al borde de la oscuridad y llegaba a la casa de noche. Ahora que por razones que no vienen al caso trabajo desde la casa no tendré ese problema. Todo es ganancia esta vez.
2020-10-21
Somewhere someone is traveling furiously toward you,
At incredible speed, traveling day and night,
Through blizzards and desert heat, across torrents, through narrow passes.
But will he know where to find you,
Recognize you when he sees you,
Give you the thing he has for you?
Hardly anything grows here,
Yet the granaries are bursting with meal,
The sacks of meal piled to the rafters.
The streams run with sweetness, fattening fish;
Birds darken the sky. Is it enough
That the dish of milk is set out at night,
That we think of him sometimes,
Sometimes and always, with mixed feelings?
(J. Ashbery, At North Farm)
2020-10-20
No me acuerdo cuál era el tema de hoy así que improvisaré. La hija lleva una camisa de Mafalda que le queda bien y se siente apropiada dado el reciente deceso de Quino. Yo me puse una gabardina que hace muchos años no llevaba no sé bien por qué. Creo que me había dejado de quedar debido al aumento de peso. En el colegio ya llevamos un mes. Mucho más de lo que supuse que duraríamos en regresar al aislamiento. Ahora creo que vamos a continuar así de ahora en adelante, aunque es posible que muchos negocios tengan que cerrar. Varias conocidas ya han tenido que ir a llevar sus hijas al examen. Por fortuna ninguno ha resultado positiva. Ayer nosotras fuimos a ponernos la vacuna contra la influenza. El brazo todavía me duele. Ya casi es miércoles, pienso, y con eso el dolor merma.
2020-10-19
Esta mañana Björk al desayuno y anoche, antes de dormir, la frase del mujer de negro al cierre de la Sapphire and Steel: “This place, you see, this place is nowhere, and is forever.” Y sí.
El domingo fue gris y frío. Y hoy amanece en llovizna. Vamos a vacunarnos contra la influenza esta mañana. Revisé mi horario y tengo dos entrevistas programadas esta semana. A ver cómo resultan. Ya se siente como si el año fuera a terminar. Quiero comprar una máquina para hacer ravioli de navidad. Y hacer unos de alcachofa para año nuevo.
2020-10-18
Soñé mi sueño recurrente en el que puedo volar, o al menos caer despacio y planear, si muevo mis brazos adecuadamente. Se siente delicioso. Es algo que sueño con frecuencia desde que era niño. Anoche el sueño incluía, esta era su novedad, una conversación donde alguien presenciaba el prodigio y se sorprendía de que pudiera hacerlo, a lo que yo respondía explicando que era algo que hacía desde niño, no recordaba cómo lo había aprendido, y no estaba seguro de que fuera generalizable, por lo que no recomendaba que lo intentaran. Podría ser peligroso.